Algarve, el paraíso atlántico

La vida está hecha de momentos, momentos más pequeños y momentos enormes, recuerdos felices que la convierten en un bonito viaje. Y es que, ¿hay acaso algo más maravilloso que coleccionar momentos? Este verano me ha dado para guardar muchos, sensaciones maravillosas y un verano para recordar.

Y después de tantos y tan bonitos recuerdos veraniegos… ¡toca volver a la rutina y ponerse las pilas! Regreso con las energías totalmente renovadas y con ganas de compartir con vosotros todo aquello que me entusiasma y me motiva. Para ir abriendo boca esta temporada por el blog, qué os parece si nos escapamos y hacemos una visita al Algarve en 4 días.

Si algo me llena de energía en esta vida es sin lugar a dudas VIAJAR. Para poner punto y final a mis vacaciones, después de la maravillosa Roma a principios de verano, tocaba una escapada de las que se recuerdan para siempre. Esta vez me apetecía el país vecino, Portugal. Mi objetivo era viajar al Algarve, un verdadero paraíso de contrastes.

Visita al Algarve en 4 días

Creo que faltaría verano para poder visitar cada uno de los rincones mágicos que esconde el Algarve pero hay auténticas joyas que tienes que visitar y disfrutar de manera casi obligatoria si al igual que yo sólo cuentas con unos días, en mi caso 4 en total.

Mi consejo es que intentes buscar alojamiento en una parte céntrica de la costa que te permita moverte con facilidad por las distintas playas y ciudades, ya que aunque las distancias no son muy largas entre los principales puntos, sí que cuesta dinero y hay que pagar constantemente peaje en las carreteras portuguesas. Nosotros nos alojamos en Porches, una localidad muy acogedora y turística que alberga playas preciosas. Encontramos una casita gracias a la web Airbnb, 100% recomendable.

En Porches no podéis dejar de visitar la Praia da Senhora da Rocha. Después de la jornada de playa es visita más que obligada la de la Capela Nossa Senhora da Rocha, una bonita y peculiar ermita que se encuentra justo encima de la cala, es realmente espectacular las vistas desde ahí arriba, ver esos acantilados y las playas desde la capilla es algo que no hay que dejar pasar, precioso al igual que las dos playas que se ven, unidas entre sí por un túnel excavado en la roca.

Paseo en barco por las cuevas costeras del Algarve

Otro de los lugares llenos de magia gracias a la naturaleza es la Praia de Benagil. Y es que el simple hecho de recordar aquel paraje me eriza el vello. Se trata de una enorme cueva, un gran óculo natural en el techo que permite la entrada de la luz del sol y a la que sólo se puede acceder por mar y que cuenta con una playa de arena en el interior. Y la pregunta que te harás es, ¿cómo se puede acceder allí?

Tienes varias opciones: nadando, ya que no está muy alejada de la playa o a través de una ruta en barco que hay en la misma playa. El inconveniente del barco es que no para dentro de la cueva para que puedas bajar por lo que no se disfruta de la misma manera. Eso sí, de todas formas aunque vayas nadando te recomiendo que hagas la ruta en barco, son 20 euros por persona y en una hora te muestra lugares realmente alucinantes e inaccesibles de otra forma. Si te decides a ir nadando hasta la cueva hazlo en las horas centrales del día, de 11.00h a 14.00h que es cuando la luz del sol entra directamente por el agujero de la cueva, todo un espectáculo digno de ver.

Visitas imprescindibles son también la Praia de Marinha, la Praia dos Careanos en Portimão, Praia do Barranquinho (una de mis preferidas por su tranquilidad y su encanto) y las calitas desérticas que encontrarás cerca de Ponta da Piedade en Lagos.

Y creo que un viaje al Algarve no es viaje si no lo despides con la majestuosa puesta de sol desde el Cabo de San Vicente. Eso sí, no olvides abrigarte y tener paciencia con el viento que allí es insufrible pero merece mucho la pena, sin dudarlo es uno de los más bellos atardeceres que he visto en mi vida. Antes del atardecer no dejes de visitar la Fortaleza de Sagres donde podrás ver desde lo más alto los maravillosos acantilados del Cabo y toda la fuerza del mar Atlántico.

Y hasta aquí una nueva aventura. ¿Os animáis a visitar el paraíso de la costa portuguesa? Espero que os haya servido mi post y que sobre todo os haya picado el gusanillo por descubrir los maravillosos rincones de esa joya que tenemos a pocas horas de España.

No puedo despedirme de este post sin dar las GRACIAS al mejor fotógrafo del mundo mundial que se puede tener y sin el cual no podría haber tenido estas preciosas imágenes para mi post. Mi mejor compañero de viaje, mi pareja. Por tu infinita paciencia, por una nueva aventura juntos y por todo tu amor Miguel. Gracias ♥

Que tengáis un bonito final de semana. ¡Mil besos!